La quinoa ya era un alimento en América hace 6.000 años, donde se consideraba una planta medicinal ancestral y sus granos se utilizaban en rituales ceremoniales religiosos. Este pseudocereal procedente de la zona Andina ha pasado hoy en día a considerarse un superalimento por su gran equilibrio nutricional en proteínas vegetales, carbohidratos y grasas y además es uno de los pocos que posee ocho de los aminoácidos esenciales para el ser humano.