El construccionismo culinario, cuya máxima expresión es la cocina Total Cooking, parte del punto cero de la creación y tiene como referencia el sabor, el gusto, las texturas, los aromas y el color de los alimentos de siempre. Miguel Sánchez Romera es neurólogo y conoce a la perfección los mecanismos neurofisiológicos de los sentidos, en especial del gusto y del olfato. Pero su acercamiento a la cocina va mucho más allá. Se trata de un arte que intenta expresar lo real, no lo virtual, y en el que se pone de manifiesto que, después de años de materialismo científico, pluralismo fragmentado y posmodernismo deconstructivo, existe la posibilidad de alcanzar un conocimiento integral, global, que explique la cocina como un todo por el que se nutre, vive y sobrevive, tan grande y extenso como la propia vida en la naturaleza, y que incluye el conjunto de las ciencias y de las artes. La cocina de Miguel Sánchez Romera nace de su fervor por el conocimiento, de la aplicación del método científico, de la excelencia en la técnica culinaria y del contacto con la realidad, de la búsqueda de nuevos parámetros de percepción que hacen de los sentidos la piedra angular de sus creaciones: «Mi obsesión es captar el sabor real de las cosas».