La amistad entre Zenobia Camprubí y Olga Gunzburg comienza cuando la segunda se instala en Madrid, después de su matrimonio con Ignacio Bauer. Los acontecimientos que vive España a partir de 1936 dan un giro brusco a sus vidas, las sitúan en América y Europa, y la correspondencia entre ambas es esencial para conocerlas. Dos mujeres sensibles, refinadas, modernas y con un gran compromiso social, mantenido hasta el final de sus vidas. Mujeres intelectuales que ayudan con su trabajo a la librería Ínsula en sus primeros años, actividad de Zenobia que nos era desconocida hasta la aparición de este epistolario. Zenobia y Olga, las dos de rara y atractiva personalidad, pasan por estas páginas cruzándose con otras figuras también interesantes: Irene Lewisohn, Gisela Ephrussi, Ania Dorfmann, Arnold Weissberger, además de los intelectuales del momento.