A quien ha perdido a una persona querida y tiene que decirle adiós, a quien se encuentra en el proceso del duelo, le parece que la separación es también el final de su propia vida. Y, sin embargo, las vivencias ligadas a la pérdida y la despedida del ser querido pueden convertirse en fuente de esperanza, de fuerza y de vitalidad. Puede que entonces piense qué haría él si no le quedara más que un día de vida, pero no por el deseo de morir ni por cansancio existencial, sino porque sabe que, aun cuando parezca que la noche no va a terminar nunca, llegará el alba y transformará su luto en alegría. Sabe que le aguarda el día en que «ya no habrá muerte, ni llanto ni dolor... porque el mundo viejo ha pasado» (Apocalipsis 21,4). ANSELM GRÜN, nacido en 1945, doctor en teología y monje benedictino, es probablemente el autor cristiano más leído en la actualidad. Sal Terrae y Ediciones Mensajero (sellos editoriales del Grupo de Comunicación Loyola) han traducido y publicado más de setenta obras suyas. Su lenguaje, comprensible para todos, encuentra un eco especial en un amplísimo abanico de personas por su cercanía al ser humano concreto y a la realidad de su vida.