La filosofía contemporánea tiene una deuda notable con dos filósofos austriacos -EDMUND HUSSERL y LUDWIG WITTGENSTEIN-. Los problemas que este último ha colocado en el centro de la filosofía analítica se distinguen en gran medida de las cuestiones planteadas por los padres de esta tradición: FREGE, MOORE, RUSSELL y RAMSEY, aunque son capitales en la tradición austriaca (más tarde austro-alemana) que se remonta a BOLZANO y BRENTANO: la psicología descriptiva de los discípulos de BRENTANO, la fenomenología de HUSSERL y la psicología de la Gestalt. Entre estos problemas, pertenecientes a la filosofía del lenguaje y de la mente, se encuentran las explicaciones del «querer decir», la voluntad, el «querer hacer», el ser sujeto de experiencia, el «contar con algo» en tanto que certeza primitiva, así como la pregunta por la existencia de objetos psicológicos privados, la cuestión de si el yo es un objeto, las relaciones entre el sinsentido, el significado y las reglas, etc. De ahí la pregunta a la que se intenta responder en esta obra: ¿son mejores las descripciones de WITTGENSTEIN que las que ofrecen los herederos de BOLZANO y BRENTANO? Merece especial mención el hecho de que el principal protagonista del último capítulo de este libro, «Certezas», sea el filósofo español JOSÉ ORTEGA Y GASSET. No es demasiado conocido que ORTEGA esbozó mucho antes que WITTGENSTEIN, aunque con propósitos distintos, una explicación de las certezas primitivas sorprendentemente similar a la del filósofo vienés. El autor rastrea la influencia de, entre otros, HUSSERL y SCHELER en el concepto orteguiano de «contar con algo» y analiza sus reflexiones sobre las dudas básicas y las certezas (que ORTEGA denomina «creencias»), tanto referentes a nuestro entorno físico, como a los estados psicológicos, las reglas lingüísticas, el ámbito axiológico y normativo o al mundo de la sociología y la política.