Mark Twain publicó Wilson, el Chiflado, en 1894. ?Debió titularse aquellos extraordinarios gemelos y ser muy breve?, declaró en cierta ocasión el propio Twain. ?Había visto una ilustración que reproducía a un joven monstruo italiano? ( ¿o debería decir dos monstruos ?) que se exhibía por nuestras ciudades. Se trataba de un conglomerado de dos cabezas y cuatro brazos, engastados en un único tronco, con tan sólo dos piernas. Me vino entonces la idea de escribir un cuento fantástico y extravagante protagonizado por este fenómeno. . . ? Pero ese tour de force, que Twain deseaba escribir en clave humorística, degeneró en un melodrama que no tuvo más remedio que rechazar. Elaborando más aún el argumento de dos personas distintas en un mismo cuerpo, llegó a esta versión definitiva que narra la historia de dos niños, uno negro y el otro blanco, nacidos de diferentes madres, una esclava y la otra ama, en la misma casa y el mismo día. Los dos son aparentemente blancos y se parecen hasta el punto de confundirse. No obstante, desde la cuna les espera a cada uno un destino opuesto. Un día, la madre negra intercambia su hijo con el de la madre blanca : el negro se convertirá en amo y el blanco en esclavo. . . De revelar, al fin, la verdadera identidad de cada uno se encargará Wilson, el hombrecillo llegado del norte, a quien todos, en Dawnson´s Landing, consideran poco más que un chiflado y que se dedica a tomar huellas dactilares de todos los habitantes de aquel remoto pueblo del Mississipi. Mark Twain conseguirá así insertar esta novela en la gran tradición humorística de sus mejores creaciones, aunque el observador podrá detectar ya el progresivo pesimismo en el que finalmente Twain se sumirá en los últimos años de su vida : el Mississipi de sus años mozos ya no conduce a la libertad, sino hacia formas más crueles e inhumanas de esclavitud.