Roger-Pol Droit nos invita en su nuevo libro a viajar a nuestra infancia para recuperar aquello que la define, su espíritu lúdico y creativo, inocente y alegre. A través de diferentes capítulos, el autor nos propone, mediante recuerdos de su propia infancia y reflexiones filosóficas, una serie de ejercicios que consisten, por ejemplo, en extraerse del tiempo, asalvajarse o jugar sin fin. «Un libro que nos recuerda la persistencia de la infancia en nosotros, en nuestros proyectos, nuestras fantasías, nuestras formas de ver las cosas en la vida cotidiana. Un libro para desestabilizar (en algunos) el espíritu de la seriedad.» (Le Monde)