Es innegable que está produciéndose un cambio cultural profundo y desconcertante, una transformación radical en la visión del mundo y en la interpretación de la existencia humana. Este cambio cultural deja fuera de juego versiones de la fe cristiana que hoy no son ya de recibo. Ante la nueva situación cultural los cristianos debemos conocer bien el núcleo permanente de nuestra fe que sólo se desvela en la historia cambiante. Con este propósito, y adoptando como título la llamada del papa Juan Pablo II a la Iglesia en Europa, "Volver a Jesucristo", el autor modela el perfil del cristiano en nuestro tiempo: una persona convencida, que se ha dejado alcanzar por el espíritu de Jesucristo y gusta de la cercanía benevolente de Dios que a todo da vida y aliento.