Algo importante está pasando mientras, gentil lector, dedica su tiempo a estas líneas. No es otra revolución, es su revolución, la suya, la de sus hermanos, hijas, amigos y amantes: la revolución genética. Esta vez, nosotros somos los protagonistas, todos. Será la decisión del individuo, pero también su responsabilidad quien determine la magnitud del cambio -que esta vez sí- ha llegado. Unas siglas casi impronunciables, CRISPR CAS, son las responsables de que haya motivos para volver a hacer fiestas. Detrás de CRISPR CAS, se esconde una historia de casualidades transformadas en fortuna, litigios por una simple página de un cuaderno de laboratorio que vale millones de dólares y mujeres brillantes. Editar el genoma, curar lo incurable, alimentar al hambriento, cuidar del medio ambiente. Y todo gracias a un simple corte en nuestros genes. Hasta ahora eran solo promesas, hoy son hechos. Que empiece la celebración.