Ante un proceso de divorcio o separación, hay que tomar decisiones en relación a la vivienda familiar y establecer a quién corresponde el uso de la misma, con independencia de quién sea su titular. En los procesos de separación o divorcio amistoso son los cónyuges quienes deciden sobre qué hacer con el uso de la vivienda familiar en el convenio regulador, que debe ser aprobado por el Juez, mientras que en los procesos de separación o divorcio contencioso es el Juez quien decide acerca del uso de la vivienda familiar conforme a las directrices establecidas en el Código Civil o en las legislaciones forales o autonómicas. El gran volumen de controversias sobre esta cuestión concreta que acaban en manos de los tribunales ha dado lugar a una amplia doctrina jurisprudencial que merece ser analizada con detalle. A través de esta obra se analiza desde un punto de vista práctico y eminentemente jurisprudencial la controvertida atribución del derecho de uso de la vivienda familiar y ajuar doméstico en los procesos matrimoniales, así como la contribución a las cargas del matrimonio.