urante milenios, el ajo ha sido una planta de gran utilidad, y en numerosas civilizaciones antiguas ya se utilizaba como medicina preventiva para proporcionar energía y proteger de todo tipo de males. El ajo crudo tiene propiedades antisépticas, fungicidas, bactericidas y depurativas, debido a que contiene un compuesto llamado alicina, que actúa contra numerosos virus y bacterias, además de ser un poderoso antioxidante. Son conocidas sus propiedades para la expulsión de parásitos intestinales, así como sus indudables beneficios en caso de asma, hidropesía y enfermedades del hígado, y es, además, un buen remedio preventivo contra el cáncer, gracias a su poder desinfectante y sus cualidades estimulantes de los jugos digestivos.