"Durante los últimos años, las descripciones de las naciones poscoloniales se han convertido en una terrorífica epopeya de anarquía y violencia, añadiendo un tono brutal a los arquetipos europeos de subdesarrollo, abyección y conflictos étnicos. [Sin embargo], las similitudes entre la poscolonia y el mundo que hay al otro lado son innegables. Y cada vez más numerosas. El Norte está evolucionando hacia África. En todas partes la violencia criminal se ha convertido en un vehículo imaginativo, en un jeroglífico, para pensar en las pesadillas que amenazan a la nación."