Un análisis nunca antes hecho acerca de las implicaciones internacionales de este movimiento que cambió la historia de México, y de cómo, a partir de ese momento, el sistema político mexicano utilizó los fantasmas de la guerra fría para perpetuarse en el poder. Más allá del simple recuento de los hechos, el libro busca encontrar los vasos comunicantes entre los mismos. En concreto, Montemayor explora la hipótesis del apoyo por parte del bloque soviético hacia el movimiento del 68 y muestra cómo tal versión fue usada por un régimen autoritario como pretexto para reprimir y perseguir, a lo largo de esas convulsas décadas, distintas expresiones de descontento, y para contar, en tal empresa, con el apoyo material del gobierno de los estados unidos.