A veces, además de muertos y destrucción, las guerras también aportan otras consecuencias: cambian las fronteras, adelantan las ciencias y nacen nuevas filosofías. La Guerra Civil española, pionera en bombardear a la población civil, no trajo ningún adelanto ni cambió nada. Antonio fue uno de los que huyeron a Francia, ignorando que allí se estaba preparando otra guerra. Jamás confió a nadie qué había hecho, cuánto había sufrido y qué emociones había vivido. Con el paso de los años y Antonio ya fallecido, Vicente, su nieto, se siente atraído por el pasado familiar. Por más que intenta hallar documentos y explicaciones, solo encuentra la fotografía de un niño desconocido que guardaba el abuelo entre viejos recuerdos. Confía en que esa fotografía le llevará a descubrir su vida oculta. La búsqueda tiene un final totalmente inesperado.