?Es mucho lo que muere cuando se mata?. Una afirmación, como observa el filósofo Reyes Mate, que, si bien puede aplicarse a cualquier crimen, es especialmente cierta cuando este se comete por una pretendida motivación política, recurriendo a la violencia terrorista y bajo el amparo de las ?comunidades de muerte? que respaldan y alientan a sus perpetradores. Cuando el terrorismo termina no todo desaparece: quedan los presos condenados y quedan las víctimas y su dolor. Unos y otras se relacionan inevitablemente; un vínculo, además, que supera la dimensión personal de los individuos afectados para involucrar a determinadas comunidades, al conjunto de la sociedad y a las instituciones públicas. ¿Qué hacer y cómo hacer con lo que queda después de la violencia? ¿Qué estrategias, técnicas y políticas es necesario concebir y promover? Este libro trata de las políticas penitenciarias y de la consideración que acerca de ellas tengan las víctimas del terrorismo. Filósofos, historiadores, víctimas, expresos de ETA, jueces, profesionales de la justicia penal y de las instituciones penitenciarias reflexionan sobre políticas antiterroristas y de reinserción, y sobre sus resultados, en España y el País Vasco, pero también en Irlanda del Norte o Italia durante los ?años de plomo?. Igualmente, lo hacen sobre la legalidad que rige en el Estado de derecho y sobre las alternativas desarrolladas en el marco de la justicia restaurativa (vía Nanclares) y su valoración por parte de víctimas y victimarios. Con ello, se pretende abrir un debate sobre un proceso enormemente complejo y problemático, pero que ha de adquirir mayor significación y presencia para tratar de recomponer en lo posible la convivencia individual y social en nuestro país.