Un verso de Leonard Cohen sirve de apoyo al dominico José Antonio Solórzano para iniciar este Vía lucis de la esperanza: «Hay una grieta en todo, así es como entra la luz». Porque, en palabras del autor, «nada es compacto, cerrado, en la vida personal y eclesial, sino agrietado, resquebrajado, con dolor ?desde el nacimiento a la muerte? y por eso, esperanzado». Con esa actitud acompañamos a Jesús en este camino de luz, «a sabiendas de que al final está la grieta luminosa de la resurrección». El Vía lucis es una propuesta espiritual y pastoral que se desarrolla mediante estaciones, a modo de un vía crucis, que llevan a la meditación en la resurrección y en la luz. Va precedido de una serie de indicaciones y cuestiones pastorales para su puesta en marcha. La decimoquinta estación es el camino de Emaús, es decir, el encuentro del Resucitado con el otro.