Este es un Vía Crucis diferente, válido para creyentes y para no creyentes, con el que cada lector podrá desarrollar sin dificultad un diálogo consigo mismo, comenzando un viaje interior encaminado a la búsqueda de su verdadero yo..., hasta encontrarse tras un recorrido personal e íntimo en busca del sentido del Amor. Con oraciones y meditaciones inspiradas en textos de Thomas Merton, Adrienne Von Speyr, Romano Guardini, Joseph Ratzinger, Josemaría Escrivá y Jean Vanier, entre otros, cada estación de este Vía Crucis ofrece una doble meditación: una primera, sobre la dimensión humana del sufrimiento que refleja la estación, con preguntas que permiten al lector no creyente ahondar en su interioridad, y una segunda, que sitúa al lector creyente ante las escenas de la pasión y concluye con una oración personal.