Surgida en el ámbito franciscano, la práctica del Vía Crucis pronto se extendió por toda la Iglesia. En este libro ofrecemos dos «modalidades»: la tradicional popular de catorce estaciones y la surgida a raíz del Vía Crucis en el Coliseo de Roma que el papa Juan Pablo II compuso en 1991, solo con estaciones sacadas de los textos bíblicos.