“Vestirse por los pies” es la consigna elegida por David García Bragado para dar nombre a un exitoso blog en el que, desde 2012, comparte con sus seguidores las claves de la elegancia masculina. La elección del nombre no es casual, sino un homenaje a las prendas tradicionalmente usadas por el hombre, pantalones y calzones, caracterizadas porque únicamente podían vestirse de abajo arriba. Se une a ello, además, que la elegancia del saber vestir comienza por abajo, en el calzado que cubre nuestros pies, y fluye en sentido ascendente. Con la misma filosofía de recuperar la elegancia masculina de siempre, David García Bragado hace en este libro un minucioso recorrido por las prendas y las ocasiones adecuadas para usarlas. Clásico o contemporáneo, en estas páginas se desvelan las claves de un auténtico caballero y de las piezas imprescindibles en su vestidor. Para ello, el autor desgrana todas las posibilidades del vestuario masculino, con sus aciertos y sus errores: en qué ocasiones se debe usar chaqué, esmoquin o traje negro; cuándo debe, y cuándo no, abrocharse la chaqueta; cómo debe vestir el invitado a una boda; ¿es correcto llevar camisa y corbata con el mismo estampado? ¿y mocasines con traje?; ¿se pueden remangar las camisas? ¿cuales son las alternativas correctas a los aburridos trajes azul marino/gris marengo? ¿sastrería a medida o prêt-a-porter? ¿qué complementos son los más acertados en cada ocasión? Tanto para los apasionados de la moda como para aquellos a los que le resulta difícil dar con su propias claves, este manual de estilo constituye una referencia imprescindible, un “básico” que todo hombre debiera tener como libro de cabecera. Fue un honor ser invitado a escribir este prólogo para el inteligente y perspicaz libro de David García Bragado sobre el tema del guardarropa de un perfecto caballero. Su investigación es enorme y esta edición es un libro de valor incalculable para cualquier hombre que esté comenzando su búsqueda en la excelencia sartorial. Como escribió Somerset Maugham, “Es muy difícil ser un caballero y un escritor”. Como guía para el tema tan próximo a mi corazón, el señor Bragado demuestra al Sr. Maugham que se equivoca. Mr. James Sherwood (Autor del prólogo)