Tras representar visualmente el mundo de los sonidos en Fuerte, suave, murmurado, Romana Romanyshyn y Andriy Lesiv nos invitan a observar el mundo (a veces visible, a veces invisible) que tenemos frente a nuestros ojos. Todo comienza cuando abrimos los ojos por la mañana y un gran cuadro lleno de detalles y colores, tonos y matices se dibuja ante nosotros. Luego podemos enfocar, parpadear y empezar a pasar las páginas de Veo el mundo, un libro con el que explorarnos la vista no solo como un sentido del cuerpo humano sino como un recorrido filosófico a través de la vida. Con la vista distinguimos la luz de la oscuridad, reconocemos peligros y desciframos las expresiones faciales de un amigo. Cuando los ojos permanecen ciegos, podemos leer el mundo a través del alfabeto Braille y, para aquello que no atinamos a ver, tenemos telescopios y microscopios. Lo cierto es que no hay dos seres vivos que vean igual el mundo que nos rodea y, por suerte, cada uno de estos puntos de vista puede enseñarnos algo nuevo. Por su sofisticado lenguaje visual, el cuidado diseño y la información científica llena de detalles inesperados, el dúo formado por "Fuerte, suave, murmurado" y "Veo el mundo" fue galardonado con el Premio de Libros de No Ficción en la Feria del Libro de Bolonia de 2018.