En 1923 Enrique Jardiel Poncela se olvida del periodismo y se centra en la literatura. Desde entonces publica numerosos relatos breves en diarios y revistas, que recopilará en 1930 bajo el título Ventanilla de cuentos corrientes. En ellos el humor se mezcla con su virtuoso dominio del lenguaje: uno de los cuentos está escrito sin utilizar la ‘A’ y en otro elude la ‘E’, las dos letras más usadas en español. El ingenio absurdo de Jardiel logra la excelencia en cuentos como El amor que no podía ocultarse, tan moderno que bien podría ser escrito mañana. En esta misma colección REY LEAR ha editado otros dos libros de este autor genial, Los 38 asesinatos y medio del Castillo de Hull y Novísimas aventuras de Sherlock Holmes.