¿Qué le puede decir Vengo del norte a un lector del siglo XXI, ya próximo a terminar el segundo decenio, cuando masas de turistas aquejados de la prisa del consumismo sustituyen la mirada directa por el objetivo de la cámara, que no puede ofrecer más que instantes muertos? Lo expresan estos versos: Quisiéramos quedarnos en este amor vallado, / acariciar la vida templados como un clima'. Y, sobre todo, le dice que la poesía es palabra cuidada y ritmo y canto y creación de un mundo propio que nos ayudará a sus lectores a entender el nuestro. Así es, lector, la que tienes en tus manos y te ofrece un poeta desde una voz personal inconfundible que sigue, cinco lustros después, en plenitud creativa. Francisco Álvarez Velasco (autor del prólogo: La palabra)