Mucho se ha contado y publicado sobre Venecia, de modo que no haré una descripción detallada, solamente diré cómo la recuerdo (...). El Gran Canal con sus recodos serpentinos no le va a la zaga a ninguna calle del mundo, nada hay apenas que pueda asemejarse al espacio ante la plaza de San Marcos. Hablo del gran espejo de agua que, en este lado, abarca como una media luna la auténtica Venecia. Por encima de la superficie de agua se contempla, a la izquierda, la isla de San Giorgio Maggiore; un poco más a la derecha, la Giudecca y su canal; más a la derecha aún, el edificio de la Aduana y la entrada del Canal Grande donde de inmediato se ven brillar dos inmensos templos de mármol. Viaje a Italia, Goethe