Solo si puede mantenerla viva, podrán tener un final feliz... La octava entrega de la saga romántica de los hermanos Argeneau. Después de setecientos años de vida Marguerite Argeneau tiene por fin un empleo. Bueno o al menos el comienzo de una carrera profesional. Está aprendiendo a ser detective privado y su primer encargo es encontrar a la madre de un inmortal. En principio no parece un caso muy complicado hasta que observa con horror cómo una oscura figura se cierne sobre su cama. En ese momento se da cuenta de que su vida está en juego... Julius Notte quiere proteger a Marguerite y no porque alguien acabe de intentar cortarle el cuello. Ella todavía no lo sabe, pero está destinada a ser su compañera y él quiere conquistarla a toda costa. Han pasado más de quinientos años desde la última vez que cortejó a una mujer, pero seguro que las técnicas de seducción no han cambiado tanto...