La contribución de la dinámica del sector industrial a los profundos cambios experimentados en la ciudad ha sido muy importante. El vaciado industrial se ha convertido en una constante transformadora del paisaje urbano a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, ya que ha alentado la sustitución del uso industrial y sus viejas instalaciones por otras funciones más rentables o, simplemente, más típicamente urbanas. El cambio de uso queda perfectamente reflejado en este libro, en el que se recoge un abundante material gráfico y fotográfico que lo convierte ´prácticamente en un archivo de lo que en su día fue industrial. La construcción de edificios de viviendas ha sido masiva sobre los solares antes ocupados por las fábricas donde se producía y trabajaba al compás del rugiente palpitar y ha creado con éxito nuevos paisajes urbanos. Todavía en la actualidad están en marcha algunos cambios, quizá las últimas renovaciones posibles que completan una exurbanización.