Presenta de manera sencilla, el arquetipo del planeta Urano, conocido esotéricamente como el «Señor de la Mente y del Eter», y nos explica que su influencia va unida al deseo y a la necesidad de una verdadera liberación interna y externa, de todos aquellos factores restrictivos y condicionantes que aprisionan al ser y le impiden realizar su propósito evolutivo esencial.