Recluirlo en el olvido fue el intencionado y exitoso objetivo de los enemigos de Fidel García, obispo de Calahorra y la Calzada, tras alentar su dimisión en 1953. Ésta no es una biografía al uso, el prisma de observación es el de las relaciones de la Iglesia católica con el Estado español en tiempos convulsos de nuestra historia reciente. La complicidad de la Iglesia con el Régimen de Franco es el punto de partida que se completa con el análisis de las relaciones de la Iglesia católica con la Alemania de Hitler. La enorme repercusión internacional de la pastoral antinazi de Fidel García en 1942 nos introduce en el complicado tablero estratégico de la Segunda Guerra mundial. El explícito rechazo de la Alemania nazi a su Instrucción Pastoral sobre algunos errores modernos contrasta con su utilización como propaganda por parte de los aliados, por lo novedoso de su actitud respecto del resto de obispos españoles. Un hombre de formación y pensamiento claramente tradicionalista manifestó su clara aversión por los totalitarismos evolucionando hacia una clara disidencia. Fidel García se convirtió en una voz discordante en las tranquilas aguas del nacionalcatolicismo mientras los obispos españoles se acomodaban a los privilegios ofrecidos por el franquismo para poder prolongar la estabilidad política de una dictadura claramente bendecida por la Iglesia católica. La disidencia no estaba exenta de riesgos ni siquiera para un obispo. Para la historia oficial su dimisión fue la consecuencia de haber sido hallado en Barcelona en una casa donde, supuestamente, se practicaba la prostitución clandestina con menores. Este libro profundiza en el esclarecimiento de una trama, iniciada en 1944 por un concejal falangista de Calahorra, que prosigue con una red de confidentes y destacados dirigentes del Patronato de Protección a la Mujer de Barcelona, miembros, a su vez, de una sociedad secreta ultracatólica. Nos adentraremos en lo que denomino la "ciénaga moral" del franquismo, una red sustentada por la Iglesia y el Estado que funcionaba con total impunidad y que fabricará una serie de pruebas acusatorias contra el obispo de Calahorra consiguiendo su renuncia, víctima de una venganza largamente fraguada.