Las palabras que se escriben en este libro en realidad no fueron pensadas para ser publicadas: nacieron de la oración, para intentar entender qué pasaba por el corazón de quien las expresaba, de la autora, que iba poco a poco tejiendo su relación con Jesús; "escritos por necesidad, por sanación", dice ella. Al mismo tiempo, los dibujos fueron realizados por su hermano, están llenos de vida y esperanza, y a ella le enseñaron la capacidad de enfrentar la vida con humor cuando la vida no nos capacita para otras muchas cosas.