Sam ha encontrado el tema perfecto para su trabajo de ciencias: desmontará el descodificador de la tele para descubrir todos sus secretos. Pero, una vez desmontado, ¿quién es capaz de volver a montar ese cacharro? Sam no, desde luego. Y por si eso fuera poco, Catalina, la iguana de Emily, se ha puesto unos calzoncillos y se ha instalado en el descodificador. Sam necesita ayuda urgente si no quiere pasar castigado el resto de su vida.