Continuamente divididos entre necesidad y bienestar, entre prohibición y placer, las estrategias alimentarias de los humanos discurren a lo largo de la historia por caminos antagónicos y enfrentados, tanto con las de pueblos y naciones vecinos como con las propias tradiciones locales. Los factores geoestratégicos, religiosos e ideológicos están en la base de este tira y afloja alimentario que ha determinado las prácticas culinarias mundiales, constreñidas, históricamente, por una disputa entre los antiguos y los modernos, entre la dietética y el festín, entre la tradición y la innovación, entre la transmisión y la invención. Anthony Rowley desvela aquí, de manera a la vez subjetiva y rigurosa, las claves de estas controversias alimentarias y ofrece al lector una apasionante y original mirada al mundo culinario, del cuscús a la pasta al dente, de la China de la dinastía Zhou al México azteca, de la cocina aristocrática al fast food
, un viaje a través de cientos de alimentos, platos y preparaciones que culmina con una llamada de atención sobre la sociedad actual: «Las sensaciones de la mesa [
'> obedecen a las palabras doctas del dietista, al discurso tranquilizador de las madres de sustitución que son las prescripciones mediáticas, a la palabrería de los charlatanes entronizados como higienistas o consejeros alimentarios. [
'> El placer culinario ha sido suplantado por el bienestar y la religión de la felicidad».