¿Qué tiene en común Constantino Simonidis, uno de los mayores falsificadores de la historia, con el erudito Marcelino Menéndez Pelayo? Ambos pertenecían a una misteriosa organización: la Sociedad para la Mejora de la Sociedad. Entre sus miembros, también se encontraban Nicola Tesla, Mark Twain y el ilusionista Harry Houdini. Pero, ¿cuáles eran los fines de esta asociación en la que se mezclaban conocidos falsarios con famosos intelectuales? El narrador encuenra las pruebas que confirmarían que muchas de las más famosas obras de arte que conocemos son falsas. «Reúne la fascinación que ejercen las novelas de falsificadores con el apabullante interés de un personaje del calibre de Menéndez Pelayo.» (LUIS ALBERTO DE CUENCA)