Une fantasie du Doctor Ox (edición ilustrada por el danés Lorenz Froelich) Este pequeño relato humorístico tiene lugar en una pequeña y acogedora aldea de Flandes, Quinquedone, un lugar apacible, de gente hospitalaria y feliz. Allí, un científico loco, el doctor Ox y su fiel asistente Ygène (la suma de ambos nombres da como resultado la palabra oxígeno) planean revolucionar el pueblo con la instalación de un alumbrado a base de gas oxhídrico . El uso del gas en cuestión tiene la particularidad de transformar a los dóciles ciudadanos en individuos agresivos, irascibles, al borde del desquicio. Pronto, el lector se da cuenta de que el buen proyecto del Doctor Ox es sólo una cortina de humo, ya que en realidad su máquina de gas prodigiosa sirve para modificar a su voluntad el temperamento de los habitantes de Quinquedone, a los que usará como conejillos de indias para su experimento. Verne nos esboza la caricatura de la burguesía flamenca parodiando los convencionalismos de la alta sociedad ridiculizada por el dúo cómico del alcalde Van Tricasse y su consejero Niklausse. Julio Verne nos muestra con Ox que detrás de la farsa cómica se puede ocultar una sátira social, cuestionar la ética científica o hacer una profunda reflexión sobre la naturaleza humana.