Una vez más, la gran Toni Morrison aborda con maestría las paradojas y horrores de la esclavitud americana. El miedo y la pasión son sentimientos que nos hacen caminar al límite de nuestras fuerzas y nos empujan hacia delante, recorriendo caminos arriesgados. Florens, una joven de dieciséis años con manos de esclava y pies de princesa, recorre un largo trecho para buscar al hombre libre que llegó un día a la granja donde ella trabaja y fue capaz de curar la enfermedad del Dolor, una esclava, pero que al irse se llevó el amor de Florens. Corren los últimos años del siglo XVII, la espesura de los bosques que pueblan América aún gobierna el espíritu de los hombres y todo, o casi, puede comprarse y venderse; el mundo entero parece a punto de ser inventado por la mano del colono blanco, que se mueve entre los prejuicios y el afán de conseguir bienes materiales, pero ahora en la granja solo han quedado mujeres, y Rebekka, la dueña del lugar, está enferma. Florens camina, corre en busca del hombre libre para devolverlo a la granja, para que sus manos curen los males del ama y acaricien otra vez su cuerpo de mujer joven que despierta a la vida. Así, ese viaje se convierte en un canto de amor, de rabia y de nostalgia, donde la llaga de la esclavitud se mezcla con el deseo de posesión y toma matices insólitos, extrañamente actuales. La opinión de editor:Toni Morrison vuelve al tiempo lejano y al espacio salvaje que ya había explorado en Beloved, pero su historia es de todos y es de hoy porque nos habla de esos lazos que unen a amo y esclavo más allá del tiempo, del espacio y de la sensatez que nos gobierna.