«Llamé a la puerta de Philippe Pozzo di Borgo para pedirle una firma. Era 1994, y él aún no se había convertido en el héroe tetrapléjico más famoso de la historia del cine. Quería su firma para poder cobrar el paro. Él prefirió darme trabajo. Peor para mí. No. Mejor para mí. Yo tenía veintitantos años, acababa de salir de prisión, no sabía qué hacer con mi vida y sólo pensaba en divertirme. Philippe estaba desesperado, no tenía nada que perder. Juntos tentamos al diablo. Philippe me abrió los ojos a un mundo que yo creía detestar, el mundo de quienes lo tienen todo. Y yo lo invité a conocer mi mundo, el de quienes no tienen nada [...] Estábamos destinados a no entendernos. Pero acabamos siendo íntimos amigos.» Abdel Sellou Estrenada en Francia en noviembre de 2011, la película Intocable se ha convertido en un éxito formidable. Con casi 19 millones de espectadores, ha desbancado a la que durante décadas fue la máxima referencia del cine francés: La gran juerga, de Louis de Funes. Intocable narra la amistad de dos hombres separados por un abismo social: el aristócrata Philippe Pozzo di Borgo, director de Champagne Pommery, que quedó tetrapléjico tras un accidente de parapente; y Abdel Sellou, un joven del extrarradio de origen argelino que, contra todo pronóstico, se convirtió en su cuidador y lo ayudó a recuperarse de una profunda depresión. En este libro, la pieza que faltaba en el cuento de hadas en que se ha convertido la vida de estos dos hombres, Abdel ofrece sin sentimentalismo su versión de los hechos