Escrita en la «década prodigiosa» de la narrativa española del xix, que vio la aparición de novelas como «La Regenta» (L 5009), «Fortunata y Jacinta» (BA 0136 y BA 0137) o «Los Pazos de Ulloa» (L 5008), UN VIAJE DE NOVIOS (1881) supuso una primera aproximación de EMILIA PARDO BAZÁN (1851-1921) a los dominios del realismo-naturalismo. A caballo entre la novela y el cuaderno de viaje, la obra narra las ingratas consecuencias del desatinado matrimonio entre un funcionario oportunista y cuarentón y una joven provinciana e inexperta, Lucía, quien, tras la unión, no tarda en verse sometida al creciente divorcio entre deseo y realidad. Es precisamente el retrato de ésta ­«trazado de mano maestra», como apunta Marisa Sotelo Vázquez en su introducción a la obra­, hija única de un tendero de ultramarinos enriquecido, uno de los más acabados e inolvidables que puede encontrarse en toda la obra de la escritora gallega.