A la filóloga granadina, María Bueno Martínez, la ciudad de San Sebastián, donde su padre y su paisano Antonio Muñoz Molina hicieron el servicio militar, le conectó con la cultura vasca y con Pío Baroja. Este libro trata de la visita que el novelista realizó a Granada un frío invierno de 1924, de las reacciones posteriores, entre ellas la de Federico García Lorca, y de las diferentes visiones que Baroja tuvo de las ciudades andaluzas.
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