Villa Adriana puede considerarse como la imagen previa de todas las arquitecturas por hacer y el arquetipode lo que estaba por venir, así como el modelo de comparación de lo ya edificado. A partir de estas premisas, Cánovas analiza el conjunto de Villa Adriana, edificado por el emperador Adriano como "medida de todas las arquitecturas del Imperio", comparando las transformaciones y sucesivas ampliaciones y juzgando las consecuencias de esos cambios en la redefinición del triángulo conceptual tamaño-dimensión-escala.