Se narran las vivencias de un médico rural, que ejerció la medicina en Peranzanes, valle de Fornela, León, 1956 - 1961 y en Burón, valle de Valburón, León 1957 - 1973, lejos de los centros hospitalarios y de los especialistas, en ocasiones con dificultades extremas para trasladar a los enfermos. Era la época en que el médico de cabecera era un educador para el enfermo y sus familiares y cuando disponer en todo momento del tiempo necesario para poder escuchar y hablar con el enfermo, era clave para su curación.