Los treinta y siete enanos músicos de la orquesta de Rodolfo II de Habsburgo, el emperador de los alquimistas, fueron asesinados en la corte de Praga en 1600 y, en ese momento, Paolo Gualtieri, hermano gemelo soplador de vidrio en un taller de Murano, una extraña mancha azulada. Este será el punto de partida del largo periplo que llevará a Paolo hasta la corte de Praga para entrar al servicio de aquel emperador obsesionado con la transmutación de la plata en oro. En esa corte conocerá a los astrónomos Tycho Brahe y Kepler, a los alquimistas Dee y Keller, al enano deslenguado Antón Bronza y al león cuyo destino estaba aparejado con el de Rodolfo II. Y desde el Hradcany, la fortaleza de Praga, en su intento de averiguar quién fue el asesino de su hermano, Paolo Gualtieri llegará a un monasterio benedictino siguiendo el rastro de una extraña melodía, una música ejecutada con singular virtuosismo, capaz de detener el paso del tiempo.