Ramón Arcàs regresa a Rocalba, un pueblo de los Pirineos. Allírecuerda unos hechos de cuando era joven y dibujaba para un reconocidoetnógrafo. Durante aquel julio de 1948, Ramón dibujóobjetos, figuras y paisajes; y emprendió un viaje hacia su mundointerior. En él, revive los arañazos del primer amor.