Aquel accidente había sido culpa de Hannah Price. Un momento de distracción que había cambiado la vida de Gabe Holbrook y había acabado con todo lo que siempre había querido ser. Él lo había tenido todo: inteligencia, atractivo y riquezas, y había sido uno de los mejores jugadores de la liga de fútbol estadounidense. Ahora había regresado a Dundee, la pequeña ciudad en la que había crecido, pero era un completo desconocido para todos los que lo habían tratado en otro tiempo. Se había vuelto introvertido y amargado, aunque él estaba convencido de que sólo era porque estaba concentrado en recuperarse. Sin embargo, gracias a Hannah, había cosas que jamás podría recuperar. A diferencia de Gabe, Hannah sólo había resultado levemente herida, pero creía que jamás podría perdonarse a sí misma por haber cometido tan terrible equivocación. Sobre todo cuando se dio cuenta de que se estaba enamorando de Gabe