¿Qué se puede ofrecer a los pueblos de África además de las ayudas de justicia en el campo de la asistencia y del desarrollo? ¿Sólo declaraciones de indignación ante las injusticias que sufre, el mercado de armas y la explotación? ¿Qué compensación hay que darles tras siglos de esclavitud, de dominación, de latrocinios y de promesas traicionadas? Ciertamente una propuesta de vida nueva, digna y verdadera, que se pueda vivir con gusto en las relaciones con los demás y con la propia historia, conservando la propia dignidad como riqueza en la diversidad unida de una nación finalmente en paz.