El 25 de abril de 1915 una fuerza aliada formada por ingleses, franceses, coloniales, neozelandeses y australianos desembarca en las desprotegidas playas turcas de Gallípoli. Con ello, el Alto Mando aliado espera eliminar de un plumazo a un insignificante, pero molesto, enemigo y de paso tener el camino franco para poder atacar a las potencias centrales por la "puerta de atrás" y ver realizado el sueño de colonizar Cercano Oriente. Esta es la historia de Andy Rowland, uno más de los trescientos mil soldados que se alistaron porque su país así se lo pedía y en defensa de unos valores y unas gentes que desconocían hasta entonces.