Los lugares comunes que utilizamos en toda clase de conversaciones son dolorosos, lamentables, penosos, miserables, sobre todo porque ahogan el pensamiento, impiden la comunicación y empobrecen el lenguaje. Tópicos como: «Es necesario reinventarse», «Toda crisis es una oportunidad», «La excepción confirma la regla» o «Una imagen vale más que mil palabras», van en detrimento de nuestro espíritu crítico y nos impiden pensar libremente. Por ello debemos recordar que las alteraciones del lenguaje están directamente relacionadas con las alteraciones del pensamiento, ya que implican un empobrecimiento del vocabulario en forma de muletillas que se utilizan como comodines en cualquier contexto comunicativo. Este libro es un análisis y una crítica desde una perspectiva transversal, que combina la historia, la filosofía, la sociología, la psicología y la literatura, para contribuir a contrarrestar su consabido efecto dañino. El autor desmonta algunos de los grandes tópicos presentando sus antitópicos.