SEGUNDA EDICIÓN REVISADA Y ACTUALIZADAEste tomo, que fue preparado por el propio Mihura y ha sido puesto al día por Juan A. Ríos Carratalá, recoge la comedia que más prestigio le aportó –TRES SOMBREROS DE COPA– y la que más éxito obtuvo –MARIBEL Y LA EXTRAÑA FAMILIA–, alejadas en el tiempo pero identificadas por un humor común que el autor definió como: «un capricho, un lujo, una pluma de perdiz que se pone uno en el sombrero. El humor verdadero no se propone enseñar o corregir, porque no es ésta su misión. Es lo más limpio de intenciones, el juego más inofensivo, lo mejor para pasar las tardes. Es como un sueño inverosímil que al fin se ve realizado.»EDICIÓN DE MIGUEL MIHURA(Madrid, 1905-1977). Vive desde su infancia el mundo de la farándula pues su padre fue actor, autor y empresario teatral. A los dieciocho años comienza a colaborar en la prensa como dibujante y autor de historietas, artículos y cuentos. Dirige La Ametralladora (1936-1939) y funda en 1941 La Codorniz, que abandona en 1944. Escribió para más de cincuenta películas de cine. Obtuvo dos veces el Premio Nacional de Teatro y el Premio Nacional de Literatura Calderón de la Barca (1964). Fue elegido académico de la Real Academia Española en 1976.REVISADA POR JUAN A. RÍOS CARRATALÁCatedrático del Departamento de Filología Española de la Universidad de Alicante. Ha publicado: Vicente García de la Huerta (1987), Románticos y provincianos (1987), De la Restauración al 98 (1990); Carlos Arniches (1990), El teatro en el cine español (1999), La ciudad provinciana. Literatura y cine en torno a Calle Mayor (2000), Cómicos ante el espejo (2001) y Dramaturgos en el cine español: 1939-1975 (2003).Dos fragmentos de la INTRODUCCIÓN de Miguel Mihura:Mi primera obra TRES SOMBREROS DE COPA la había escrito con facilidad, con alegría, con sentimiento. Me había encontrado a mí mismo, lo contrario que me había ocurrido con el dibujo y la literatura de humor, géneros en los que en mis principios había sufrido mil influencias. En esta obra, no. Aquel estilo era el mío propio y yo sabía muy bien que no estaba influido por nadie; que escribía lo que sentía; y que las palabras necesarias para expresar aquello que sentía, fluían de mi pluma sin ningún esfuerzo, espontáneas, con emoción, con garbo, con vida propia, con ritmo y hasta con una cadencia especial que sonaba a verso.Creo firmemente que MARIBEL ha sido mi obra más conseguida. Yo, al menos, estoy muy contento de haber escrito esta comedia.Existe también una edición encuadernada en tapa dura conmemorativa del 35 Aniversario de Clásicos Castalia