El asma, es una enfermedad que afecta a personas de todas las edades y que frecuentemente se inicia durante la infancia, suele tener una larga duración, siendo habitual que una vez declarada permanezca toda la vida del enfermo. Caracterizada por la inflamación de los pulmones y del estrechamiento de las vías respiratorias, en especial de los bronquios, sus manifestaciones más notorias son las sibilancias (silbido al respirar), la opresión en el pecho, la dificultad para respirar y la tos, síntomas que se manifiestan preferentemente por la noche o en las primeras horas de la madrugada. Aunque existen tratamientos convencionales para paliar y mitigar estos síntomas, no son definitivos y el enfermo suele acudir a las opciones que recomienda la medicina natural, más inocuas y que con frecuencia proporcionan un sólido alivio al paciente.