Descubre cómo los anzuelos ideológicos cotidianos nos colonizan la mente y nos quitan la salud. La vorágine cultural y comercial de esta era de la exageración sobreexige a las personas y coloniza sus mentes, no sin antes estresarlas y agotar sus defensas. Los afectados se vuelven proclives, entre otros males, a la enfermedad. En paralelo, el exceso de racionalidad que producen el discurso tecnocientífico, la lógica empresario-mercantil y el mundo -en teoría- carente de fallas de la informática fomentan otra fuente de patología: la rigidez de pensamiento. Ante esta preponderante dificultad para gestar una cultura más saludable, la única salida individual será armonizar nuestro mundo mental, y con ello obtener más margen para la salud. Solo así podremos enfrentar airosamente los avatares de la vida actual, que tiende a desorientarnos y a alejarnos de nosotros mismos.