Tomás Morales se ha entregado incansable a la formación de jóvenes, cosntructores de la nueva sociedad, ayudándoles a forjarse un carácter recio y un espíritu inquebrantable ante las dificultades de la vida. Fundamentalmente descubre, como otros grandes pedagogos, que lo más eficaz es formar y multiplicar minorías de hombres con capacidad de influjo a largo plazo. Minorías selectas, protagonistas eficaces de una nueva evangelización.