"A la pintura le falta cabaret, le sobra espíritu conventual, moralidad, trascendencia y muchas éticas mal entendidas cuando no falsas". La cita es del artículo Titanlux y moralidad que apareció en 1983 en el número cero de la revista Figura y lo firmaba Rafael Agredano (Córdoba, 1955). En el que fue su primer texto, escrito por encargo como todos los que han venido después, el artista plástico y uno de los fundadores de Figura una revista de arte de "dudosa periodicidad" hizo "una especie de manifiesto de cómo enfrentarse a la pintura", en palabras de Agredano, que aún hoy sigue estudiándose en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla. "Muy bueno no tiene que ser porque se lee muy bien y, además, se entiende", asegura el artista, tan irónico como su obra, en alusión al lenguaje críptico que utilizan los críticos de arte. Este y otros 12 textos, publicados entre 1983 y 2010, aparecen ahora reunidos en un libro, Titanlux y moralidad. El musical.