El panorama que se dibuja hoy en Oriente Medio no puede ser más desolador: tanto Libia como Yemen, Iraq o Siria son víctimas de una estrategia diseñada por EEUU, y seguida por los socios cómplices de la Tríada, que pretende convertir la región en una sucesión de Estados fallidos inevitablemente sometidos al orden neoliberal globalizado, y con Irán como próximo objetivo. Y para ello las grandes potencias occidentales no han dudado en servirse del yihadismo y de organizaciones islámicas radicales, como los Hermanos Musulmanes y sus aliados, cuya máxima pretensión es establecer en la región regímenes teocráticos, sin cuestionar nunca su supeditación económica y geoestratégica al capitalismo mundializado. Samir Amin proporciona aquí las claves para comprender las razones últimas de estos acontecimientos, y plantea cómo alcanzar los objetivos que las movilizaciones que fueron denominadas primaveras árabes exigieron en sus comienzos.